El equipo de Didier Deschamps, en semifinales de la Eurocopa 2024 contra España
Esta vez no hubo lágrimas de Cristiano Ronaldo, que se había dejado llevar por la emoción durante la victoria de Portugal sobre Eslovenia en octavos de final, pero, a pesar de transformar su propio penal, la última campaña del jugador de 39 años en la Eurocopa terminó en derrota. Al final, no le quedó más remedio que consolar a su compañero Pepe, de 41 años.
Ronaldo se mantuvo al margen durante gran parte de la reñida contienda, aunque ambos equipos tendrán la sensación de haber podido ganar en la segunda parte del tiempo reglamentario. El francés Mike Maignan realizó dos grandes paradas ante Bruno Fernandes y Vitinha, antes de detener el taconazo de Ronaldo, mientras que Randal Kolo Muani vio cómo Rubén Dias bloqueaba su disparo en el otro extremo, antes de que Eduardo Camavinga rematase a bocajarro por encima del segundo palo.
El suplente del Impact, Ousmane Dembélé, rozó el poste en los instantes finales de los 90, pero en la prórroga estos dos recientes campeones de Europa pecaron de prudentes. Pepe y Dayot Upamecano celebraron los goles con sendas paradas.
La principal novedad de la prórroga fue la salida de Kylian Mbappé en el descanso, tras sufrir un golpe en la cara en los primeros compases del partido. La estrella de Francia, enmascarado y con la nariz rota, debió sentirse muy incómodo al abandonar el terreno de juego antes de la tanda, pero sus compatriotas estuvieron perfectos desde los 12 metros.
Joao Félix fue el único jugador que falló, al estrellar su disparo contra un poste, lo que brindó a Hernández la oportunidad de meter a Francia en la semifinal y de enfrentarse a España el martes en Múnich.
Ronaldo, de nuevo en el centro de la escena, pero ¿ha sido éste su telón?
Incluso con la superestrella Kylian Mbappe sobre el terreno de juego, la atención se centra en Cristiano Ronaldo. Su lanzamiento en la tanda de penaltis resumió el teatro que le rodea. La dramática respiración. La escalonada carrera. Y la gran celebración cuando remató de forma impresionante.
Sin embargo, aunque haya participado en las dos tandas de penales de Portugal en la fase eliminatoria de esta Eurocopa, su aportación en el juego normal ha sido menos convincente. Aquí estuvo aislado y desaprovechó las ocasiones que se le presentaron.
Como Portugal no lograba conectar en el último tercio del campo, Gonçalo Ramos -que marcó un triplete cuando sustituyó a Ronaldo como titular en el Mundial- y Diogo Jota se sentaron en el banquillo preguntándose presumiblemente cuándo tendrían una oportunidad. Roberto Martínez nunca dio el visto bueno.
El seleccionador portugués apoyó a Ronaldo hasta el final. Y puede que ésta sea la última vez que lo veamos en un gran torneo. Su última Eurocopa ha terminado sin un gol en juego y una demostración -al menos para los observadores ajenos a la selección portuguesa- de que ha llegado la hora de pasar a la siguiente generación.
No fue bonito, pero Francia encontró la manera de superarlo
Así pues, no son sólo los seguidores ingleses los que lamentan la falta de fútbol emocionante de su selección en estos campeonatos. Los seguidores de Francia deben de estar sintiendo exactamente lo mismo. Por increíble que parezca, los Bleus han llegado a semifinales sin que ninguno de sus jugadores haya marcado ni un solo gol en jugada abierta.
Contra Portugal, los Bleus apenas tuvieron ocasión de poner fin a esa extraña sequía.
Los hombres de Didier Deschamps se mostraron muy pasivos, permitiendo a Portugal controlar la posesión del balón durante largos periodos. Cuando conseguían el balón en campo contrario, parecía haber poca cohesión entre lo que ha demostrado ser un ataque devastador en el pasado. Está claro que Kylian Mbappe, su estrella, no está bien; su sustitución a mitad de la prórroga así lo indicaba. Pero a su alrededor parece haber una falta de convicción o compromiso por parte de sus compañeros.
Ousmane Dembélé, al menos, mostró el empuje necesario cuando salió desde el banquillo, y sin duda aspira a la titularidad contra España. No cabe duda de que Francia, si quiere recuperar su corona europea, necesitará encontrar algo de chispa en el tercio final en algún momento de esta competición.
Tchouameni: No nos importa si no merecemos pasar
Aurelien Tchouameni, centrocampista de Francia: "No nos importa si es merecida o no, queremos saborear esta victoria. No todo es perfecto ofensiva y defensivamente, es cierto.
"Nos machacan, a veces con razón. Pero no vamos a ser quisquillosos, estamos en semifinales [contra España]. Todo el mundo puede hablar, vosotros los periodistas también, haced vuestro trabajo".
Pepe: "Duele perder así, merecimos más
El defensa portugués Pepe declaró a Record: "Duele perder así. Es difícil encontrar palabras para lo que hicimos. Merecíamos otro resultado por lo que hicimos, pero así es el fútbol. Hace cuatro días estábamos contentos por los penaltis y ahora estamos tristes. Fuimos inteligentes al jugar con el sistema definido, pero así es el fútbol".
"Teníamos dos partidos contra Eslovenia y la República Checa, que juegan en un bloque bajo y es difícil enfrentarse a esos equipos. Intentamos darles amplitud. Hoy sería más abierto, con un ritmo diferente, igual que Turquía, que quería jugar abierta contra nosotros".
"Quería seguir en esta competición. El abrazo significa mucho... no es el momento adecuado [para hablar] porque es muy doloroso y ya tendremos ocasión de hablar de ello más adelante. Tendré tiempo de hablar de mi futuro, tenemos que superar este enorme dolor, teníamos la capacidad de ganar la competición y ahora tenemos que levantar la cabeza."